Y es hoy la esperanza y está cerca de concretar el sueño de esa parte del país que nunca se ha sentido representada en quienes durante más de dos siglos de vida republicana nos han gobernado.
Es el líder en torno al cual se agrupa un movimiento social que hasta ahora no solo se había sentido huérfano de representación política, sino al que no se le veía vocación alguna de poder y convicciones serias de que sí era posible llegar a la presidencia de la república y derrotar a las viejas maquinarias que tienen al país sumido en la violencia, la miseria y la exclusión de una gran parte de su ciudadanía.
Es el único que tiene una propuesta a la altura de las demandas y necesidades del siglo XXI, para un país que requiere avanzar hacia la modernización e integración competitiva en los escenarios internacionales, pero con un modelo en donde se haga frente a las consecuencias del cambio climático, se proteja el medio ambiente, se dé lugar a una economía productiva generadora de empleo y de riqueza, de cuyos resultados nos beneficiemos todos.
En su propuesta el Estado Social de Derecho será una realidad y el acceso a la salud, la educación, el empleo, la seguridad alimentaria, la vivienda digna, serán posibles sin distingo de ninguna índole para hombres y mujeres.
En torno a Gustavo Petro se congregan representantes de todos los partidos y fuerzas sociales y políticas, de izquierda, liberales, conservadores, sectores religiosos, sin partido, jóvenes, mujeres, población LGTBI, afros, indígenas, campesinos, etc., porque él representa la idea de una sociedad pluralista, incluyente y que sabe que la consolidación de la paz necesita de la construcción de una nueva identidad en la que quepa el país megadiverso y variopinto que somos.
En esta primera elección después de que se han desmovilizado las FARC como organización armada, el país ha dado un salto importante, porque se ha develado que sus problemas estaban mucho más allá del conflicto armado entre el Estado y las guerrillas, y que la búsqueda de medidas para hacer frente a la pobreza, la corrupción, la politiquería es lo que está a la orden del día.
Votar por Gustavo Petro es empezar a abrir el camino por donde debemos conducirnos para que colombianos y colombianas podamos, por fin, ir hacia el encuentro de esa Colombia que nos ha sido negada y que esperamos disfruten al menos nuestras próximas generaciones.
Se llama Gustavo Petro y es el presidente que Colombia necesita. Vamos por el triunfo en la primera vuelta.
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